A menudo suelo hacer el chiste de que entre la cantidad de libros de Gary Chapman que he comprado para regalar y la cantidad de veces que he sugerido que alguien compre sus recursos matrimoniales y de crianza, probablemente he ayudado a comprar la casa de su familia. Su material sobre los cinco lenguajes del amor es parte de mi vida y de mi vocabulario comunicativo.
En su libro “Los cinco lenguajes del amor”, Chapman explica que todos tenemos tanques emocionales y de amor, y describe a la comunicación excelente como la señal de mantener llenos los tanques de otras personas. Ayudamos a mantener completos esos tanques utilizando los lenguajes del amor que son más significativos para ellos. Cuando nos ocupamos en llenar los tanques de nuestro cónyuge y nuestra familia, nos comunicaremos bien y tendremos relaciones saludables con ellos. Si jugamos con nuestra familia y nuestro cónyuge manteniendo esos tanques casi vacíos, la comunicación se hace mucho más difícil.
Los cinco lenguajes del amor que Chapman identifica son: palabras de afirmación, tiempo de calidad, recibir obsequios, actos de servicio y contacto físico. Él dice que la mayoría de nosotros tenemos un lenguaje de amor primario y quizás un lenguaje de amor secundario fuerte, aunque todos pueden ser importantes para una buena comunicación y relaciones saludables.
Veamos las cinco formas de expresar amor y de comunicarse, y luego intentemos averiguar qué lenguaje principal del amor llenará el tanque de tus hijos, así como el de tu cónyuge.
Palabras de afirmación. Al educar a nuestros hijos, tendemos a criticar el fracaso. Si se exagera, esto puede tener consecuencias devastadoras en la vida adulta. Decídete a elogiar a su hijo por todo lo correcto que haya hecho durante la próxima semana. Un mínimo de dos cumplidos al día es un buen objetivo.
Tiempo de calidad. Ponte al nivel de tu hijo. Descubre sus intereses y aprende todo lo posible sobre él o ella. Ocúpate en estar totalmente presente, brindándole a tu hijo toda la atención. Tómate un tiempo cada día para darle a tu hijo (o a cada uno de ellos) al menos unos minutos de tiempo de calidad. Conviértelo en una prioridad.
Recibir regalos. Los regalos, si se exageran, pueden perder sentido y enseñar al niño una serie de valores falsos. Pero los obsequios periódicos, elegidos cuidadosamente y entregados con afirmaciones como, “Te amo, así que tengo un regalo especial para ti”, pueden ayudar a satisfacer la necesidad de amor de un niño. La próxima vez que compres o le hagas un regalo a tu hijo, exprésale tu amor verbalmente al presentar el regalo. (También puedes expresar tu amor al negarte a darle a tu hijo algo que crees que es inapropiado: “Te amo, así que no te compraré una serpiente de cascabel como mascota”).
Actos de servicio. Aunque constantemente realizas actos de servicio para tus hijos, la próxima vez que completes una tarea especialmente significativa para tu hijo, asegúrate de decir que significa que lo amas. Elije una tarea que no te resulte especialmente atractiva pero que sea muy importante para tu hijo. Aprende una nueva habilidad en el área académica o mecánica para convertirte en un padre más completo.
Toque físico. Abrazar, besar y tocar adecuadamente son muy importantes para el tanque emocional de un niño. Considera la edad, el temperamento, el lenguaje del amor, etc., de cada niño y determina un enfoque único en esta área. Cuando tu hijo crezca, deberás ser sensible, pero aún debes mantener el hábito regular de tocar para reafirmar.
A medida que descubres el lenguaje principal del amor de tu hijo, concéntrate en usarlo con regularidad, pero no descuides los otros cuatro. Los otros serán aún más significativos una vez que hables el idioma principal de tu hijo.
Ahora pregúntate: ¿Cuál de estos lenguajes de comunicación del amor satisface mi necesidad principal? ¿Qué hay de las necesidades primarias de mi cónyuge e hijos? Practica llenar el tanque de amor de cada miembro de la familia comunicándote en tu lenguaje de amor.
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