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El éxito siempre es una consecuencia


El crecimiento es siempre un proceso que requiere paciencia y convicción y en el ministerio con jóvenes universitarios es vital comunicar esta verdad con elocuencia por el bien de esos jóvenes. La paciencia es necesaria para no desesperarse entre la estación de salida y la estación de llegada, y la convicción nos permite mantener el foco que renueva las fuerzas internas cuando hay problemas o desafíos y proteger el rumbo cuando hay distracciones.

La convicción de que nuestra meta es digna nos dice que vale la pena continuar y que los sacrificios son necesarios, mientras que la paciencia nos ayuda a darnos y darles a otras personas nuevas oportunidades.

El éxito es siempre la suma de pequeños detalles. Es en esas realidades ocultas a la vista desprevenida que está el verdadero éxito de cualquier proyecto, empresa o ministerio y por eso los mejores líderes son siempre personas meticulosas y positivamente perfeccionistas. El liderazgo es un arte que le presta suma atención a los detalles.

Mientras escribo esto me río porque pienso en la cantidad de veces que mis compañeros de equipo se desesperaron conmigo porque detuve todo para arreglar un detalle que yo solo veía y fueron mil veces las que expliqué que no podía estar satisfecho si no me quedaba seguro de que habíamos hecho nuestro mejor esfuerzo.

La variable de la inteligencia emocional

Hace unos años descubrí que la inteligencia emocional para tratar las relaciones interpersonales, es en muchas ocasiones más importante que la capacidad para entender o ejecutar una tarea. Si las personas se sienten amadas y respetadas, vas a tener muchas más chances de ayudarlas y conseguir que den lo mejor de ellos mismos. Además, justamente en el trato hacia las personas que vienen a la iglesia o a un evento es que se notan si las motivaciones son las correctas. Yo no entiendo esos eventos en donde se trata a la gente como ganado cuando supuestamente es para “servir” a ellos que se hace el evento. En los eventos que he tenido el privilegio de liderar suelen trabajar muchos voluntarios y no es fácil estar seguro que todos entiendan la importancia de tratar bien a todos, pero hemos aprendido a insistir e insistir en que todo nuestro equipo tenga claro que los participantes que vinieron al evento son igual de importantes que los oradores o los músicos que tenemos en el escenario. Las personas son el único material eterno con que trabajamos en la iglesia. Cristo murió por todos y cada uno y eso le añade una dimensión sagrada a cada persona. Celebra y agradece a los que participan de las actividades que organizas y habrá muchas más posibilidades de que los jóvenes que participan de la actividad o proyecto disfruten y quieran seguir participando. Esta clase de inteligencia emocional tarde o temprano se va a traducir en un éxito seguro.

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